Sí: las redes sociales son inevitablemente laberínticas. Y una de las intenciones de este blog es proponer la lectura (¿tradicional?) como contrapunto al bombardeo de breves noticias o micro asuntos, imágenes y sonidos que pueblan nuestros dedos y neuronas; contrapunto también al ejercicio de sondeo permanente de páginas-mosaico, que frustra o entorpece el desarrollo del pensamiento crítico.
Pero admito, por propia experiencia, que las bibliotecas y las lecturas que ofrecen y los lugares a los que nos llevan son, también, laberintos donde, para bien o para mal, podemos perdernos. ¿Cómo elegir qué leer en un salón hiper poblado de voces escritas? Es clásica la pregunta que se le hace a entrevistados famosos: ¿qué libro te llevarías a una isla como náufrago? Me animo a parafrasear así: ¿qué libro te saca del naufragio de información y de lecturas en el que vives?
PD: La imagen que comparto es la pintura La biblioteca de María Elena Vieira da Silva.
Pero admito, por propia experiencia, que las bibliotecas y las lecturas que ofrecen y los lugares a los que nos llevan son, también, laberintos donde, para bien o para mal, podemos perdernos. ¿Cómo elegir qué leer en un salón hiper poblado de voces escritas? Es clásica la pregunta que se le hace a entrevistados famosos: ¿qué libro te llevarías a una isla como náufrago? Me animo a parafrasear así: ¿qué libro te saca del naufragio de información y de lecturas en el que vives?
PD: La imagen que comparto es la pintura La biblioteca de María Elena Vieira da Silva.